Si, pero sin calorías no quiere decir consumo libre, te explico por qué debemos limitar su consumo:

1. Los productos sin calorías o light (refrescos, bebidas, gelatinas, merengues, etc), estimulan el apetito y la necesidad de comer más.

Con sabor dulce, el cerebro recibe señales de haber consumido azúcar y se prepara para un suministro de energía, al no recibirla, estimula el apetito para obtenerla.

2. Estimulan a la insulina. Los edulcorantes estimulan receptores del gusto en el intestino que promueven liberación de insulina, esto nos lleva al siguiente punto.

3. Acumulación de grasa y aumento de peso. Cuando la insulina está elevada, da señales de abundancia y nuestro cuerpo es más propenso a formar y guardar grasa.

4. Alteraciones en la microbiota intestinal. Mueren bacterias y sus residuos ocasionan inflamación de bajo grado, que a su vez genera menor sensibilidad a la insulina.

5. Resistencia a la insulina. La insulina es «una llave» que abre las células para que la glucosa entre. Por la inflamación de bajo grado, imagina que las chapas tienen plastilina y la llave simplemente no puede abrir.

6. Aunque no aportan calorías, pueden contener colorantes, aditivos y exceso de sodio.

Aunque estos productos surgieron con la intención de ayudar a contrarrestar el sobrepeso, la obesidad y enfermedades metabólicas asociadas al consumo elevado de calorías y azúcar. No lo han logrado y en exceso pueden incluso acentuar el problema.

Se pueden usar, mi recomendación es simplemente limitar consumo a máximo 3 productos sin calorías al día: contando 1 sobre de edulcorante, 250ml de bebidas o refrescos light, 1/2 taza de gelatina sin azúcar, por ejemplo.

Existen opciones de alimentos no endulzados pero es nuestra responsabilidad hacer un esfuerzo por reducir el gusto por lo dulce y el consumo de azúcar y edulcorantes en exceso.