¡Antojos! Frecuentemente platicamos del tema y más en esta época.
Lo primero es que son normales y no hay que sentirnos culpables ¡Todos tenemos antojos! Los más comunes para mí son queso, aguacate, cacahuates, cerveza y esporádicamente pizza.
Lo sano es aprender a vivir en el gris, incluir esas cosas que nos gustan sin sentir que perdemos el control. Comer lechuga no nos hace mejores personas y comer un taco de carnitas tampoco nos convierte en malos ¡Todo está en aprender a balancear!
Cuando un antojo es grande, desde mi punto de vista, lo mejor es comerlo, a veces tratamos de distraerlo con cosas «saludables» y terminamos comiendo más. Queremos un chocolate y por no sentir culpa nos comemos una manzana, como no se quita, picamos queso panela, luego quizá un paquete de salmas wow, quizá un chocolate tenga menos calorías que todo el «combo distractor» o peor aun, quizá después de todo, también terminemos comiendo el chocolate y sintiéndonos mal!
¿No es mejor aprender a incorporar cierta cantidad de chocolate en nuestra alimentación (por dar un ejemplo) y aprender a identificar cuando son antojos pasajeros y podemos dar prioridad a alimentos que nos aportan más nutrientes?