En condiciones normales, nuestro intestino es una barrera biológica que permite el paso de nutrientes y bloquea el de bacterias, alimentos sin digerir y toxinas. Este proceso es crítico para tener una buena salud en general.

El exceso de azúcar, conservadores, alimentos procesados, harinas, edulcorantes y antibióticos van dañando los tejidos y si se pierde esa capacidad de defensa (el intestino se vuelve permeable), deja pasar lo que no debería y se pueden originar desbalances hormonales, inflamación generalizada, enfermedades autoinmunes y enfermedades metabólicas como la obesidad.

Para repararlo es necesario:

✓Retirar los alimentos que están causando inflamación (alimentos procesados, con azucar, gluten o lactosa).
✓Reemplazarlos por alimentos y suplementos que favorecen la reparación intestinal, la digestión y que aportan nutrientes esenciales: fibra, glutamina (aminoácido presente en carne, aves y pescados), ácido butírico (ácido graso presente en linaza, chía, ghee), vitaminas y minerales.
✓Recuperar el equilibrio de la microbiota con bacterias benéficas a partir de probióticos.